Un poco de historia
La información comprende todo tipo de conocimientos, técnicas y expresiones de todos los tiempos pasados y presentes, y la importancia de este, como decía Maurice Line en el 1974, es que la información es importante para el trabajo, la investigación y la realización personal.
Hasta hace poco la información no ha sido catalogada por una misma normativa, en concreto a mediados del siglo XX, la información no se podía compartir, y es gracias a Seymor Lubetzky, gran teórico de la catalogación, que después de que propusiera disponer de unas normas generales e internacionales aplicables a todos los documentos y que también esta problemática fuera planteada por él mismo, y recogida en la International Conference Cataloging Principles a Paris y organizada pe la IFLA de 1961.
Después de este momento se empieza a trabajar para homogeneizar y crear una normativa de catalogación internacional, y ocho años después surge la primera propuesta para articular una estructura para la descripción bibliográfica, determinada por áreas separadas por signos de puntuación. Esta fue la base para las normas ISBD
Actualmente Internet y la digitalización posibilitan que la información pueda ser divulgada, compartida y recuperada. Y que a pesar de la necesidad de enlazar diferentes catálogos con diferentes registros bibliográficos de todo el mundo, una tarea nada fácil, aún así, se ha conseguido que con la aparición de sistemas automatizados y grupos de trabajos que ha impulsado el IFLA, el 1983 se presentase un borrador con las directrices de las entradas de autoridad y referencia (GARE), y con una segunda edición revisada en el 2001 que se pasó denominar Guidelines for authority records and references (GARR= (Directrices para registros de autoridad de referencias)